El conjunto blanquiazul encadenó su séptimo triunfo consecutivo, tras ganar a un Victoria (12-10), que lo hizo todo bien pero al que le falló la dupla de puntales

Este Tegueste tiene buena pinta. No ya porque haya encadenado siete triunfos consecutivos (que también), sino porque la sensación de dominio que está dejando su puntal A, Añaterve Abreu, le da ese pequeño plus de superioridad con respecto al resto. El pasado jueves, los blanquiazules ganaron al Victoria, por 12-10, en una luchada que si bien no fue buenísima, dejó algunos detalles reseñables. Los teguesteros continúan como líderes invictos (e indiscutibles) dejando a los verdiblancos en un segundo puesto, que puede perder si el Rosario consigue los tres puntos en su visita al Tijarafe del próximo lunes.

Se cuida mucho tanto el vestuario como el entorno del Tegueste, de no confiarse, y hacer alusión a lo sucedido en la pasada Liga Insular (sólo perdieron un choque en la fase regular y cayeron en semifinales). Sin embargo, el buen estado de forma y disposición de Añaterve Abreu hacen que el peligro blanquiazul sea aún mayor si cabe. El puntal orotavense no sólo es que vaya al ataque, sin complejos, sino que además está ganando en confianza. Ante los verdiblancos, logró derribar al puntal A, Álvaro Déniz, de manera merecida, puesto que lo buscó.

También salió a relucir la figurar del puntal C, Efraín Perera, que supo respaldar a Abreu, dando en tierra con el puntal C, Fabián Rocha. Como único dato “negativo”, a los teguesteros les volvió a fallar la media (donde cuentan con las bajas del destacado C Alfonso García y el destacaco B Adrián López, ambos lesionados), aunque las primeras sillas, con los juveniles funcionaron a la perfección. Como recompensa, todos a la romería este domingo, pero el lunes ya toca pensar en la próxima parada: Valle de Guerra (aunque el tren blanquiazul parece imparable).

Enfrente estuvo un Victoria serio, correcto, pero al que le faltó lo de siempre en las citas con los “grandes” de la competición: rematar. Cuando no es una cosa, es otra, pero los verdiblancos no están siendo todo lo resolutivos que deberían y eso lo pagan. En esta ocasión, no hubo problemas con el planteamiento, ya que Félix Brito cambió los cruces y puso al equipo en disposición de ganar, pero la dupla Álvaro Déniz-Fabián Rocha falló y costó la derrota. Sin embargo, hay que subrayar el papel realizado por el destacado C Lino Quintero, que se echó la media a su espalda y junto con el B Ismael Déniz (el de siempre) pudo emparejar y subir la lucha. Quintero se inspira en el Mencey Tegueste y parece que es un terrero en el que se siente a gusto, porque suele cuajar buenas actuaciones en él. Al destacado A, Raúl González, lo “guardaron” y le tocó “bailar con una fea” en el último emparejamiento de la noche ante Efraín Perera, con el que nada pudo hacer. En resumen, la tónica de la temporada. Buena imagen, mejor preparación, pero los detalles le cuestan caros a los victorieros.

Empezó mandando el cuadro blanquiazul, que colocó un parcial de 4-0. Eduardo Gutiérrez pudo con Romén Quevedo, con el que se fue lucha lucha, rematando en la tercera con garabato (3-0). Anteriormente, José Manuel Rodríguez (que ya tuvo una buena actuación la pasada jornada ante el Campitos), le di olas dos seguidas, por toque por dentro y tronchada, al juvenil visitante David Luis. Cristian Galván quitó a Ángel Navarro, por sendos toques para atrás (2-0).

Abrió la siguiente silla, José Manuel Rodríguez quitando a un hombre de la importancia en la cola victoriera de Juan Pedro León, tronchándolo en la primera, y separándose en la segunda (4-0). Saltó el destacado C verdiblanco Lino Quintero a escena para dejar fuera de brega a Cristian Galván. En la primera, el del Tegueste hizo un buen traspié, pero su rival logró remontar con sacón de sobaco y traspié más vacío (4-2). Justo una silla antes, el C Jairo de la Paz tiró a Eduardo Gutiérrez, con atravesada y cadera (4-1).

El juvenil Sandro Ramos no fue oposición para el destacado B del Victoria Ismael Déniz, que lo tiró con tronchada con las dos bocamangas bien cogidas (en la primera) y toque para atrás (en la segunda) (4-3). Fue Argeo García el encargado de derribar a Jairo de la Paz, al que le dio las dos seguidas (cogida de corva rematado con toque para atrás, en la primera, y cogida de muslo con toque para atrás, en la segunda) (5-3). Lino Quintero pudo con Kilian Domínguez (media cadera y sacón) y el Victoria se acercó hasta el 5-4.

Ismael Déniz culminó el ciclo de dos hombres derribados, al dar en tierra con José Manuel Rodríguez (sendos sacones) (5-5).  El otro destacado B del cuadro victoriero, Fermín Rocha, le dio las dos a Argeo García (la primera partiendo garabato) (6-7); mientras que los C, Rucadén González (Tegueste) y Shane Hernández (Victoria), fueron eliminados por tres amonestaciones en la primera agarrada. Notorio fue el enfado de Hernández (un hombre que se caracteriza por su tranquilidad), puesto que se sintió impotente al considerar que era su rival el que no quería agarrar. El colegido de la contienda José Ángel Batista no lo dudó y amonestó a ambos en tres ocasiones (6-6).

Tomó ventaja el equipo de Félix Brito justo en el inicio de la parte decisiva del choque. Surgió de nuevo la figura de Lino Quintero, que tuvo que trabajar (y mucho), para remontar la primera ante Abián González (ganchillo). El verdiblanco le dio la segunda (por toque para atrás) y la tercera (por media cadera), aunque hubo polémica en una acción donde Quintero fue atravesar y González lo metió debajo. Ambos cayeron ajustados y Batista pitó “revuelta”, pese a las protestas de los aficionados blanquiazules (7-9).

El pequeño de los hermanos Déniz continuó con su buen hacer y dio en tierra con el B del cuadro teguestero, Eusebio Jorge, en la segunda (se soltó el local y lo partió), tras la primera separada (6-8). Seguidamente, el destacado A del Tegueste, Pedro Hernández, pudo con Fermín Rocha, con un garabato en la primera, separándose en la segunda (7-8).

Como también ha venido siendo la tónica esta campaña, Nacho Ramos tuvo que sacar a sus puntales a emparejar. Así, el puntal C, Efraín Perera, logró darle las dos seguidas a Ismael Déniz, por sacón y “desfallecimiento” sobre la bocina del victoriero que nada pudo hacer en la segunda para igualar (8-9). Tampoco se remilgó Félix Brito y cruzó al puntal A, Álvaro Déniz, con Pedro Hernández. El grancanario sufrió bastante en la primera (en la que casi estuvo a punto de caer por un intento de traspié del primero), pero resolvió bien en la segunda por toque para atrás (con las dos bocamangas bien cogidas) (8-10). Tuvo que ser el puntal A blanquiazul, Añaterve Abreu, el que cortara la racha de Lino Quintero, con el que dio en tierra en sendos toques para atrás (9-10).

Llegaron los cruces decisivos entre puntales. Efraín Perera y el puntal C del Victoria, Fabián Rocha, se midieron en dos agarradas bien diferenciadas. En la primera no movieron ni una mano (o se reservaron para la siguiente, como se quiera ver), pero en la segunda, el conejero tiró de sacón a toque de pito a un Rocha que (fiel a su instinto) pudo defenderse, pero optó por intentar atacar de ganchillo para contrear y no le salió bien (10-10).

Entre los puntales A (como detalle hay que señalar que fue el único momento en el que los aficionados se hicieron escuchar para animar, después de una hora en un ambiente de silencio sepulcral. Habría que valorar la posibilidad de que algo falla en esta Copa), Abreu dio un golpe de autoridad ante un rival que le hace mal luchar como Déniz.

En la primera (tras algunos problemas para el agarre), el del Tegueste lo intentó de diferentes formas, por ganchillo, canguillo, cangos…, sin éxito. De hecho, se montó hasta dos veces sobre la cadera del verdiblanco, pero no aprovechó la oportunidad, y acabó en separada.

En la segunda, después de apretarse bien, el local sacó a relucir una de sus mañas favoritas: levantada más cadera, ante la que nada pudo hacer un Álvaro Déniz que tuvo que rendirse a la superioridad de su oponente (11-10).

En el último emparejamiento del choque, Efraín Perera pudo con el destacado A, Raúl González, tras darle la primera por levantada más media cadera, y separarse en la segunda (12-10).

El capitán del Tegueste, Rucadén González, recogió el trofeo de campeones de la XXXII edición del Torneo San Marcos Evangelista (i). Asimismo, Shane Hernández fue el encargado de recibir el galardón de subcampeón.

El capitán del Tegueste, Rucadén González, recogió el trofeo de campeones de la XXXII edición del Torneo San Marcos Evangelista (i). Asimismo, Shane Hernández fue el encargado de recibir el galardón de subcampeón.

El puntal C blanquiazul, Efraín Perera, se llevó el galardón al "Máximo tumbador" del torneo; mientras que Argeo García fue nombrado merecedor del Trofeo "Ayala I".
El puntal C blanquiazul, Efraín Perera, se llevó el galardón al “Máximo tumbador” del torneo; mientras que Argeo García fue nombrado merecedor del Trofeo “Ayala I”.

A la finalización de la luchada, se llevó a cabo la entrega de premios, correspondiente a la disputa de la XXXII edición del Torneo San Marcos Evangelista. El campeón en sénior fue el Tegueste (ganador del encuentro), recibiendo el Trofeo Ayala I (que se le otorga al luchador que represente con sus actuaciones los valores más arraigados de la lucha canaria) el luchador blanquiazul, Argeo García.

El galardón al “Máximo Tumbador”, fue para Efraín Perera, y el correspondiente a la “Luchada más espectacular” fue para Cristian Galván. Por último,el Trofeo “Mencey Tegueste”, lo recibió el Ayuntamiento teguestero, por su apoyo al club, en mano del alcalde José Manuel Molina.
ESTE VIERNES 2 DE MAYO  LUCHAMOS EN VALLE GUERRA A PARTIR DE LAS 19:30 HORAS CON PRELIMINARES DE CADETES Y JUVENILES