El puntal A local, Marcos Ledesma, se eliminó (con una sorprendente pasividad) con el puntal C Óliver Gil y las posibilidades de ganar valleras se fueron al traste

El Tegueste se llevó una merecida victoria en su visita al Rosario de Valle de Guerra, al que venció por 9-12…y dio primero esta temporada, en esa “micro” competición que ambos clubes protagonizan año tras año. Con este resultado, se puede ver la cara y la cruz de la moneda: los valleros han perdido dos de dos; los blanquiazules están invictos.

Y es que la plantilla vallera tiene carencias importantes, que si no se solucionan “lo antes posible”, puede hacer que pierdan cualquier opción a alzarse con el título liguero. La dupla formada por el puntal A, Marcos Ledesma, y el destacado B, Joshua Marrero “El Peto”, pese a ser competitiva, no es suficiente dado el nivel que están exhibiendo otros rivales como Victoria, Tijarafe de Santa Úrsula, o el propio Tegueste. La espera por la “bajada” de Javier Ledesma parece prolongarse y, entre tanto, el equipo va “capeando el temporal”. Como dato positivo: no es una cuestión de actitud (la voluntad está ahí), es una cuestión de potencial.

Si se analiza la luchada ante los teguesteros, hay que decir que si bien la figura de “El Peto” salió reforzada (hizo tres puntos importantes ante Rubén Galván, el destacado C Eusebio Jorge y el destacado D Mahamadou Cámara), la de Marcos Ledesma dejó algunas duda.

El cambio físico (con la pérdida de peso) es notorio en el luchador vallero, pero parece que la adaptación de su forma de luchar no está siendo tan rápida como se esperaba. Ante el puntal C visitante, Óliver Gil, se eliminó con dos separadas, pero con el agravante de que no fue a por su rival. La situación así lo exigía y Ledesma no mostró argumentos, por lo que las opciones de conseguir el triunfo se esfumaron (8-9).

La mejoría del Tegueste, por su parte, es notoria. El mal sabor de boca que dejaron las dos derrotas en pretemporada ante el Victoria, parece haber quedado atrás y el equipo va encajando. Buen trabajo colectivo, donde resaltó Abián González, con dos puntos ante Carlos Peraza y Samuel Fernández, bien refrendado por los de arriba. Cada uno hizo su papel y a partir del ecuador de la luchada, controló perfectamente los ritmos.

Parece que ya se ha hecho el reparto de trabajos entre los dos puntales C: Pedro Hernández tendrá que ir a tirar y Óliver Gil hará el “trabajo sucio”, aunque conociendo al mandador Nacho Ramos, sabrá alternar en función de las necesidades. Ganar contras los que toca, siempre es bueno, pero el salto de calidad llega cuando se vence a los más fuertes. Todavía hay que ver a un Tegueste más exigido.

Las cosas fueron parejas hasta el 6-6. Sandro Ramos dejó fuera de brega al local Jacob Ramos, tras darle las dos seguidas (0-1), al igual que hizo el juvenil Rubén Galván con Nauzet Martín (0-2). Se empleó a fondo el vallero Sergio Rodríguez, para derribar en la tercera a Eduardo Gutiérrez (1-2). La progresión de Rodríguez sigue en buen curso, ahí hay un buen luchador.

Remontó el Rosario, después de que Miguel Rodríguez y Sandro Ramos hicieran dos separadas (2-3). Tuvo que saltar con (0-2) a escena, el destacado B, Joshua Marrero “El Peto”, para derribar (no sin llevarse un susto en la primera) a Rubén Galván (contra de toque para atrás y toque para atrás) (3-3). Sergio Rodríguez remontó la primera en contra con José Manuel Rodríguez, con dos garabatos en la segunda y en la tercera (4-3).

Aumentó la renta incluso el equipo que manda Juan Luis Santana, aunque Carlos Peraza cayera, con la primera a su favor (garabato), ante Abián González (partió hacia delante como contra de garabato, en la segunda, y lo metió debajo como defensa de cogida de muslo, en la tercera) (4-4). Tampoco lo tuvo fácil “El Peto” ante el destacado C Eusebio Jorge. En la primera, el rojillo se impuso por sacón y toque para atrás, mientras que en la segunda fue el teguestero el que sorprendió de ganchillo. En la tercera, el local tocó bien para atrás a su oponente y ponía el 5-4 en el marcador. Además, Antonio de Ganzo le dio las dos seguidas (toque para atrás y cadera) a Cristian Galván (6-4).

Se metió en el choque el Tegueste, cuando Abián González le dio las dos seguidas a Samuel Fernández, por contra de toque por dentro, en la primera, y toque por dentro en la segunda (6-5). El destacado D blanquiazul Mahamadou Cámara empató, tras dejar fuera de brega al también D Airam Sosa (atravesada, en la primera, y separada, en la segunda) (6-6). Ramos no dudó en poner en silla al puntal C, Óliver Gil, que pudo con De Ganzo, tras un toque para atrás (primera) y un garabato (segunda) (6-7).

Fue justo en ese instante cuando Santana miró la boca del vestuario y en su mente habrá lamentado no tener a otro hombre fuerte para apoyar a “El Peto” y no desgastar a Marcos Ledesma. No pudo hacer nada Sergio Rodríguez ante el destacado C Juan Jesús Jorge, que lo partió con una atravesada, en la primera, y un ganchillo en la segunda (6-8). Sudó también “El Peto” para darle las dos seguidas a Mahamadou Cámara, en la primera por toque para atrás, pero sacó el duelo adelante (7-8).

Llegó el momento determinante. Marcos Ledesma se vio las caras con Óliver Gil, pero ni uno (el local contra pronóstico porque como dice el otro le tocaba) ni el otro (precisamente, porque no le tocaba) hicieron demasiado por derribarse. Dos separadas y el silencio en el graderío vallero (8-9).

La recta final la gestionó a la perfección el Tegueste. Juan Jesús Jorge se separó en las dos con el D Pedro Gutiérrez (9-10); mientras que el puntal C Pedro Hernández hizo valer su mayor frescura ante “El Peto”, dándole la primera por toque para atrás (intentó sacón el vallero, pero el palmero le entró hasta la cocina) y separándose en la segunda (9-11). El destacado B blanquiazul, Adrián López, remató la faena tirando en las dos (con sendos toques para atrás) a Adrián López (9-12).