Este sábado pasado se enfrentaba en la segunda jornada de liga, el Studio54 Balonmano Tegueste con el Balonmano Perdoma. Hacía un mes que ambos equipos se habían visto las caras en el torneo realizado en Tegueste, donde el equipo local dominó en juego y marcador durante gran parte del partido, aunque finalmente el equipo de la Orotava se haría con la victoria en los últimos compases del encuentro, victoria que a la postre, le haría campeón de dicho torneo.
Esta derrota, dentro de un contexto de pretemporada, fue dolorosa al igual que esperanzadora, por lo que convertía el encuentro de hoy en una buena oportunidad para resarcirse de lo acontecido en el torneo, y a su vez, se podría valorar el verdadero potencial del equipo dentro de la liga.
El partido daría comienzo a las 18:15h, aunque el equipo local ya estaba concentrado desde una hora antes en el pabellón. Tiempo que ayudó, a que los jugadores comenzaran a conjurarse para realizar un buen partido ante uno de los favoritos a ganar la liga este año.
Durante el tiempo de espera, se convierte en ritual, observar a los jugadores del otro equipo, como si solo con la mirada se pudiese descifrar las características de cada uno de ellos sobre la cancha. También hubo algún que otro saludo entre jugadores rivales, con esa mirada cómplice de tantas batallas a cuesta durante los últimos años. Esto último, que parece ir a cámara lenta, de repente se vuelve todo rápido cuando el equipo se enfunda el equipaje, comienza el calentamiento y se encuentra en corro escuchando las indicaciones de Chago (entrenador del Tegueste) para afrontar el partido, pita el árbitro y… Comienza el partido, éste se podría resumir en el primer minuto del mismo. Las defensas imponiéndose a los ataques.
El Tegueste guiado por Nestor Cuevas desde el centro, realiza los ataques pausados pero bien dirigidos, aunque se encuentra con una defensa bien organizada de la Perdoma, que juega con intensidad y con los jugadores comprometidos en las ayudas. La Perdoma por su parte, con un juego más directo e intentando que los ataques duren lo menos posible, son guiados en su mayoría por Jacob. Estos se ven frenados por una defensa dura y fuerte del Tegueste. Los árbitros en la primera defensa del Tegueste marca el límite del juego, primer golpe franco y sin mediar bajo tarjeta amarilla, sacan los primeros dos minutos al equipo local. A mediados de la primera parte, los dos equipos se van liberando de los nervios iniciales y se comienza a ver ataques más fluidos. Aunque ninguno llega a dominar en el marcador (gol arriba, gol abajo), es el Tegueste quién impone la manera de jugar. Se frena una de las principales armas del Perdoma (el contraataque), y se le lleva a jugar a un ataque más posicional.
La Perdoma, equipo más asentado y conocedor de sus armas, acepta el desafío y disputa un partido, donde todos los jugadores juegan al límite de su físico. El equipo local llega y asusta en cada ataque, encontrando poco a poco pequeñas fisuras que muestra la Perdoma en la defensa, pero es ahí donde surge el portero visitante, que comienza a parar balones que antes de salir de la mano de los atacantes se cantan como gol (varios 7 metros incluidos).
Se finaliza la primera parte con la igualada en el marcador, 10 a 10, resumiendo perfectamente lo visto sobre la cancha. Los jugadores cogen resuello durante el tiempo de descanso, y comienza la segunda parte. Los dos equipos continúan con la misma dinámica de la primera parte, defensas férreas para ataques menos lúcidos. La afición de la Perdoma, fiel a su equipo, comienza “apretar” y a ejercer presión al equipo local, pero es ahí, entre tanto ruido, que se escucha al banquillo del Tegueste animando a sus compañeros a continuar en la batalla; palabras de ánimos que resuenan más fuerte que los gritos de la mayoría. Van pasando los minutos, y la Perdoma comienza a distanciarse del marcador (máximo de 2 y 3 goles), renta que ya no soltó hasta el final, aunque hubo tramos donde llegaron a estar a un solo gol de ventaja.
En los 10 últimos minutos, el equipo local castigado en defensa por las exclusiones, y en el ataque por el derroche físico desplegado, comenzó a permitir el juego del contraataque del equipo visitante. Esto unido, a los ataques precipitados y mala ejecución de los tiros, hizo que la Perdoma se llevara la victoria final.
Pitido final y saludo fraternal entre los dos equipos. Al igual que en el partido del Torneo, el equipo salió convencido de haber hecho un señor partido, pero con la sensación de querer más. Tiempo, calidad y actitud hay para ello.
Crónica de Studio54 BM Tegueste