teatrolibracarne2016El Teatro Príncipe Felipe acoge a partir de las 20:30 horas esta obra a cargo de la compañía Laquesis.

El Teatro Príncipe Felipe de Tegueste acoge mañana viernes, día 28 de octubre, la representación de la obra “Una libra de carne” de Agustín Cuzzani a cargo del grupo de Teatro Laquesis. La obra, que comenzará a partir de las 20:30 horas, se incluye dentro del programa de apoyo y difusión al teatro aficionado que promueve el Cabildo de Tenerife. El precio de las entradas es de 3 euros (Obra recomendada para mayores de 14 años).

Laquesis propone la obra del dramaturgo italiano Agustín Cuzzani, el hilo que enlaza todas sus obras es el ánimo de ridiculizar a los poderosos de este planeta, lo que le impulsó a crear el género de la farsatira.

En “Una libra de carne” (1954) Cuzzani traslada de forma satírica a la realidad el tema shakesperiano del mercader inflexible, quién exige una libra de carne de su deudor si éste no paga en el plazo acordado. La víctima Elías Beluver es un trabajador que vegeta viviendo bajo el mínimo de existencia; sus diversos patrones lo explotan sin escrúpulos y su esposa le hace responsable de la miseria en la que viven; finalmente topa con un usurero (Thomas Shylock García) quién cobra intereses exorbitantes cómo y dónde puede y quién no repara en reclamar la carne de su deudor por vía judicial.

Laquesis fue fundada hace diez años por alumnos y alumnas de las Escuelas de Teatro de Tenerife y participa desde entonces en el programa Teatro Aficionado, que también promueve el Cabildo de Tenerife a través de Ideco. Los componentes de este grupo han puesto ya en escena Tres sombreros de copa, Salomé, La venganza de la Petra y Maribel y La extraña familia.

Agustin Cuzzani (1924-1987), abogado de profesión, fue un dramaturgo que proviene del Teatro Independiente argentino creado a principios de la década de los cincuenta en Argentina. El hilo que enlaza todas sus obras es, por un lado, de un humor que Cuzzani define y describe como “ánimo burlón”. Quiere, sobre todo, ridiculizar a los poderosos de este planeta, lo que le impulso a crear el género de la farsatira.

Por otro lado, la temática de su obra gira alrededor de su preocupación por el mantenimiento de la libertad individual y personal así como por la justicia social en un sistema que se distingue por su desmesurada injusticia y desigualdad. Cuzzani es de la opinión de que pocos dramaturgos modernos han tratado en sus obras los problemas sociales mediante el recurso del humor. Excepciones como él son además, según Cuzzani Majakovskij, Brech, Dürrenmatt y Fo.

En la estructura de sus farsátiras se aprecian dos componentes opuestos: una situación exagerada y casi siempre absurda en la que se halla el protagonista, se contrapone a una situación real y verosímil de su entorno.

De ese antagonismo deriva humor y tensión. A ello hay que añadir un marcado lenguaje humorístico de cabaré; y Cuzzani hace mención expresa de las comedias de Pedro Muñoz Seca y sus astracanadas con retruécanos.

Los coros, las simultaneidades escénicas, el empleo ocasional de secuencias fílmicas y la profusión de personajes son un elemento característico de su teatro didáctico.