La Finca Cocó, junto al Mercadillo de Tegueste, acogió dicha prueba, única en Canarias, y que congregó en la Villa a más de 1.000 de personas.

El municipio de Tegueste se convirtió ayer domingo, una vez más, en la capital de las tradiciones y de los deportes autóctonos con la celebración del VII Concurso de Manejo de Yuntas, una prueba única en Canarias y que congregó en la Finca Cocó a cientos de personas. El ganador del VII Concurso de Manejo de Yuntas fue el joven ganadero Guillermo González, mientras que en segundo lugar quedó el ganadero Gregorio Gómez, otro joven del municipio. Una fiesta de las tradiciones que puso de manifiesto la complicidad que existe entre los guayeros y sus yuntas y que congregó a más de 1.000 personas.

Esta prueba estuvo organizada por la Asociación de Ganaderos de la Villa de Tegueste (AGUAVITE), colectivo coordinado por Patxi Melián. Los ganaderos participantes, nueve en total, tenían que superar una serie pruebas como atravesar un terreno de tierra movida, una rampa con un desnivel del 45%, desplazar cada rueda de la carreta en hoyos de 50 centímetros de profundidad, girar la carreta sobre un mismo punto, hacer zig zag, lograr que la carreta avanzara hacia atrás entre dos líneas paralelas y posicionamiento del guayero a una distancia de 20 metros de su yunta y llamarla para que avanzara hasta él. Además, como novedad este año tuvieron que superar una nueva prueba, como fue la colocación de un listón tendido en el suelo sobre el que debían subir las dos ruedas de la carreta y permanecer sobre él un total de 3 segundos. El concejal de Deportes de Tegueste, Heliodoro Hernández Herrera, aseguró tras la prueba que el objetivo de este pionero concurso es «poder apreciar la complicidad que existe entre el guayero y su yunta en el desarrollo de las diferentes pruebas que tendrán que superar arrastrando una carreta».

“Este séptimo concurso ha reflejado a la perfección lo que muchas veces nuestros guayeros tenían que hacer cuando iban con sus yuntas por los caminos de nuestra isla. En infinidad de ocasiones se encontraban con muchas dificultades, sobre todo cuando llevaban las carretas cargadas y tenían que pasar por un terreno labrado. Pero con su maestría, junto al buen hace de sus yuntas, podían resolver esas dificultades”, destacó el edil de Deportes de la Villa.

Por su parte, el presidente de la asociación, Francisco Melián, aseguró que este certamen evoca el pasado reciente de una Isla “en la que todo el transporte y supervivencia de las familias pasaba por tener vacas, que permitían el intercambio comercial entre pueblos y donde la pericia del propietario era fundamental para que las carretas sortearan caminos deteriorados por las lluvias, en una época en la que no había carreteras y que, para sorpresa de muchos asistentes jóvenes, recuerdan perfectamente sus abuelos”.

Melián señaló además que, en definitiva, “es una exhibición de pericia, en la que se aprecia la complicidad entre el guayero y su animal”. El concurso “se ha ido consolidando y vienen muchísimas personas que no tienen ninguna relación con la ganadería, pero que recuerdan la labor de sus abuelos o su relación de infancia con el campo, pero también que simplemente quieren disfrutar de una jornada diferente”, explicó el presidente de Aguavite.