El volumen, obra de Joaquín Carreras Navarro, será presentado este jueves, a partir de las 20:00 horas, en el Teatro Príncipe Felipe de Tegueste.
La Concejalía de Participación Ciudadana, que dirige la edil Candelaria García, presentará la ‘Memoria de Participación Ciudadana 2018’.
El Ayuntamiento de Tegueste, a través del área de Cultura que dirige la concejala Giovanna del Castillo, presentará este jueves, a partir de las 20:00 horas, en el Teatro Príncipe Felipe de Tegueste, el libro ‘Historia de las carretas de la Romería 1968-2018’; un proyecto que incluye un inventario en formato digital. Esta iniciativa se enmarca dentro del ‘Acto de la Vecindad’ del programa de la II Semana de la Participación de Tegueste 2018.
De igual forma y en el mismo acto, la Concejalía de Participación Ciudadana, con la edil Candelaria García al frente, llevará a cabo la presentación de la ‘Memoria de Participación Ciudadana 2018’, donde se recogen las diferentes actividades que se han realizado en el área durante el presente ejercicio.
El libro ‘Historia de las carretas de la Romería 1968-2018’ ha sido elaborado por el investigador Joaquín Carreras Navarro y en él se desarrolla la historia y evolución de las carretas de la romería teguestera, dada las peculiares características de las mismas.
Esta iniciativa es un proyecto que se ha desarrollado durante dos años, en los cuáles se ha creado un inventario de las carretas, de los colectivos participantes a lo largo de su historia y una monografía que analiza su evolución en sus ya 50 años de historia. “Es un proyecto con doble resultado, el inventario de las carretas y su análisis en el tiempo. Uno editado en papel y otro en formato digital”, explica el investigador y autor del proyecto, Joaquín Carreras Navarro.
Para llevar a cabo este trabajo, “ha sido fundamental, por un lado, la colaboración vecinal en cuanto a recogida de información, y por otro, la digitalización del fondo de don Vicente Pérez Melián gracias al convenio de colaboración que existe entre el Centro de Interpretación La Casa Los Zamorano y el Museo de Historia y Antropología de Tenerife. Sin ambas circunstancias, el proyecto no habría sido posible”, destaca Carreras Navarro.
De ese modo, la idea inicial “pretendía inventariar, describir y analizar un proceso que se adentra en un nuevo campo de investigación dentro del folclore local, pues no existen publicaciones al respecto, tanto a nivel local como regional”, resalta el investigador.
Pero a lo largo del mismo surgieron nuevos elementos. “Así, a la propuesta inicial centrada en la carreta, la yunta, los motivos, los paneles en grano o la procesión romera, el foco de estudio se ha ido ampliando con otros factores como el carretero, el salón, y la vida y el sentido de comunidad que conllevan tales expresiones de la cultura popular”, explica Carreras Navarro.
El autor de este libro, además de este nuevo proyecto, publicó otro trabajo hace años sobre el origen de la Romería de Tegueste. Asimismo, en el año 2012, obtuvo el III Premio de Investigación Histórica Prebendado Pacheco de la Villa con su proyecto “Vida cotidiana en Tegueste a través de sus gentes durante la 2ª mitad del siglo XX. Una aproximación etnográfica”, un trabajo en el que el autor aporta luz a la vida cotidiana del municipio de Tegueste entre 1950 y 1980, una etapa desconocida de la historia de la Villa y no difundida hasta ahora.
Homenaje al Tegueste del campo
Las Carretas de Tegueste, y sus carreteros y carreteras, son junto con los Barcos y la Danza de las Flores, los auténticos referentes de la Romería de Tegueste en Honor a San Marcos Evangelista. De manera destacada, la romería de Tegueste es especial por sus carretas, ya que todas están decoradas exclusivamente con granos. Se usa cebada, arroz, avena o soja, pero el abanico es muy amplio. Los paneles se sitúan en los costados y en la parte trasera de las carretas, y están vinculados al motivo elegido que se exhibe en la parte alta del carruaje. Los paneles destacan por su minuciosidad, detalles, perspectiva sin necesidad de estudios, así como por la combinación de tonos y colores.
Es una tarea lenta y laboriosa, reservada a los jóvenes. Los mayores están más dedicados al montaje de la carreta. En total, grupos de entre 15 o 20 personas. El grano se va pegando en paneles de madera hasta completar los dibujos y después se adosan a las carretas. Se cuidan todos los detalles, de hecho, algunos granos se tuestan para adoptar algún color característico.
Cada carreta es un pequeño homenaje al Tegueste del campo, que aún hoy ha resistido con entereza al inexorable desarrollo urbanístico. Un tributo al vino, de los mejores del Archipiélago, a sus trigales, e incluso a sus lecheras, que en el pasado bien vendían en La Laguna y Santa Cruz. Las carretas de Tegueste son pequeñas obras de arte digna de ser contempladas, al menos, una vez al año.
Fuente: Ayto. de Tegueste