Proseguimos acercándole a cada candidato a la alcaldía, mediante una misma entrevista “En la política, tú eres un bien, eres lo único importante” realizada a cada uno de ellos, que iremos publicando por orden alfabético del nombre del partido.
No queremos ir al detalle de las propuestas programáticas, ya que para ello hemos publicado el programa electoral. Queremos ir más a la persona, a su visión de la política y su relación con la sociedad.
Le presentamos a Manuel Antonio Martín Rocha, candidato a la Alcaldía del Ayuntamiento de Tegueste por Sí se puede
P. Hoy en día,se mira con sospecha aquellos que dan el salto a presentarse a unas elecciones. A nosotros nos parece un paso valiente y que puede estar movido por un impulso de generosidad. ¿Por qué merece la pena dar este salto que en muchas ocasiones es ingratamente reconocido? ¿Qué inquietudes te mueven?
R. Dar el paso adelante para trabajar en un partido político y presentarse a unas elecciones e iniciar la participación política en las instituciones es asumir la responsabilidad ciudadana de colaborar para el bien común, lo que se suele llamar el interés general. Creo que la ciudadanía debe participar plenamente en la política institucional, porque las instituciones públicas son las instituciones de todas y todos nosotros, y son los espacios en los que se toman las decisiones que afectan a la vida de muchas personas ahora y de las futuras generaciones.
Socialmente, la participación en la política institucional está completamente desvalorizada, y ha habido bastantes motivos para ello. Pero hay que hacer un ejercicio de pedagogía social, de esfuerzo y trabajo para darle el auténtico valor y el concepto, noble y honesto, del trabajo político que, en definitiva, es trabajar por los demás.
P. ¿Qué te sugiere la afirmación “la política es una persona, un miembro de la vecindad, un YO que se pone en movimiento en la búsqueda del bien común”?
R. Para mí, la política es el trabajo por los demás, con todas las renuncias que eso conlleva en los distintos ámbitos de tu vida(familiar, personal, etc.) y con todas las satisfacciones que da el trabajo por los demás. Personalmente, creo que pocas cosas dan tanto sentido a la vida de una persona como el trabajo por los demás, y en especial por los más desfavorecidos. Y desde este concepto, por supuesto, en cualquiera de sus múltiples y variadas formas, en el barrio, en las instituciones, en los colectivos sociales, etc.
P. “En el centro de la política debe estar siempre la persona” ¿Cómo se concreta esto?
R. Entiendo que esta afirmación se refiere a que el trabajo político se motiva en la mejora de la vida y la convivencia de las personas.
P. ¿Podrían ser, en este sentido, las mesas vecinales y temáticas de participación Ciudadana un instrumento útil?
R. Podrían serlo, sí, pero siempre que exista la voluntad real de que las decisiones realmente relevantes para la vida de las vecinas y vecinos se tomaran de forma participada, con esta herramienta de las mesas participativas u otras herramientas de participación.
P. Cada grupo político parte de un deseo bueno de hacer prosperar la Villa de Tegueste, de contribuir a ese bien común, pero cabe la posibilidad de olvidarse de la persona en sí misma, su necesidad concreta. La forma más “realista” de trabajar por el municipio es partiendo de las necesidades e inquietudes de la vecindad, teniendo en cuenta todo el movimiento social que existe y lo que se demanda. ¿Se puede terminar gobernando o haciendo oposición para defender una idea, y no a las personas? ¿Cómo evitar esta posible deriva?
R. Se puede terminar gobernando, o haciendo oposición de muchas maneras, muchas de ellas muy perversas, ya lo hemos visto en numerosas ocasiones. El éxito del trabajo consiste, a mi modo de ver, en ser capaces de entender las necesidades de la vecindad, en atenderlas con criterio de servicio público e interés general, y a la vez ir logrando progresos sociales de transformación y cambio a favor de una sociedad más justa.
La mejor manera de evitar o contrarrestar derivas perniciosas es logrando la participación real, la implicación de la ciudadanía en la vida pública. En la medida en que una sociedad se implica y participa más de la vida pública y las decisiones que nos afectan, menos riesgo existe de que se gobierne al margen del interés general. Además, cuando la participación real es diversa, los distintos puntos de vista enriquecen las soluciones que se adoptan. Una sociedad madura y cohesionada se demuestra en su nivel de igualdad y tolerancia, y para eso se requiere la implicación de todas y todos en la vida en común.
P. La trama de relaciones que se dan en el pueblo puede ser una referencia a tener una mirada más realista. ¿cada persona del pueblo es un bien? ¿Qué me puede aportar personalmente?
R. Todas las personas aportan sus visiones sobre distintos aspectos de la vida municipal, y eso enriquece la percepción de la realidad.
Personalmente, ¿qué aporta? Pues te permite entender muchas claves de razonamiento y funcionamiento social de una comunidad, y en este caso de nuestro pueblo. Pero para esto hay que tener la capacidad de empatizar y entender al otro, y su visión del mundo desde su realidad.
P. La articulación de la Participación Ciudadana por “ley” puede ser positiva. Sin embargo, ya la sociedad teguestera tiene sus organizaciones que han nacido de las necesidades e inquietudes concretas,realidades que han nacido desde la sociedad civil, no desde las instituciones. Estas estructuras también tienen su carácter político, en el sentido amplio que hemos explicado anteriormente, de que son personas que se han unido por el bien común. Múltiples asociaciones o grupos de personas, como la de los empresarios Asevite, de los viticultores Avite, la deportiva de diversas índoles, de mujeres, culturales (carreteros, agrupaciones folckóricas, La Placeta, Aguavite, etc), religiosas (las diferentes parroquias, Cáritas), ONGs, también generan un tejido social comprometido. ¿Cómo favorecer este entramado de iniciativas que enriquecen la vida de nuestra sociedad?
R. Pues conociendo sus necesidades, apoyando sus iniciativas, y sobre todo buscando las sinergias entre ellas y las oportunidades para su desarrollo y consolidación.
P. ¿Puede existir la tentación de instrumentalizarlos o ningunearlos?
R. Puede existir, claro, pero los propios colectivos deben ser capaces de evitar tal instrumentalización.
P. Hay una expresión de la sociedad más añeja por su riqueza identitaria, que es la tradición,todo lo que nos ha llegado de nuestros mayores. ¿Es un bien tener en cuenta esa herencia que se manifiesta de forma rica en nuestra Villa a través de expresiones culturales, folclóricas, religiosas y de relaciones humanas?
R. Las expresiones identitarias favorecen el mantenimiento de nuestra memoria, nos cohesionan como comunidad y, a la vez, con una visión universal de la humanidad y de los pueblos del mundo que la conforman, nos sitúan en el mundo con nuestra propia identidad. Las comunidades cohesionadas, abiertas y tolerantes son más fuertes, más solidarias y están más preparadas frente a dificultades.
P. En los últimos tiempos, se percibe a todos los niveles de la política cierto enfrentamiento, de modo permanente. Existe una polarización en la política donde el otro es considerado no un adversario, como habíamos aprendido en la transición, sino un enemigo.¿Crees que la vida de la sociedad civil es más tranquila y es capaz de llegar a acuerdos?¿Crees que es importante revertir esta percepción en la forma de hacer política?
R. Mi concepto de la política ya lo expliqué antes, y se conforma de honestidad, trabajo y compromiso con la vida en común y el interés general. Y por supuesto que hay que eliminar la crispación de la vida pública, y por tanto de la política, ya que no nos permite avanzar como sociedad. La realidad es que parece que si no hay enfrentamiento y crispación no hay atracción de los medios de comunicación y de la opinión pública, pero tenemos que dar ejemplo y demostrar que se puede discernir, argumentar, llegar a acuerdos y tener altura de miras por encima de intereses partidistas. A mi modo de ver, una de las funciones más interesantes y difíciles a la vez de los representantes políticos es su función demostrativa o ejemplarizante puesto que se deben mantener las formas, se debe llegar a acuerdos, se debe velar por el interés general por encima de intereses partidistas, se puede discutir argumentando, etc. Esta función pedagógica me parece de las más bonitas, y tristemente la más olvidada.Ahora prima la política de las fake news, del espectáculo y de lo que marquen las encuestas para decir lo que el electorado quiera oír.
P.¿Tendrías alguna experiencia de cómo el diálogo y el acercamiento con algún miembro de otro partido haya sido enriquecedora?
R. Sí, claro. Hemos llevado varias iniciativas al pleno municipal y, tras acordar algunas modificaciones, hemos logrado que se aprueben por varios grupos políticos o por unanimidad.