
ELLA NOS MUESTRA EL REMEDIO
Aún estamos atravesando una experiencia que nos ha obligado a reinventar nuestros hábitos, nuestros ritmos, nuestras costumbres… nuestra vida. Algo invisible, solo accesible con instrumentos, análisis y conocimientos, que podíamos adivinar por sus síntomas (fiebre, cefaleas etc.) nos ha confinado, encerrado por prudencia y por miedo.
Aún sin encontrar la vacuna, el remedio, nos disponemos a celebrar la festividad de Nuestra Señora de los Remedios. Ella, en definitiva, nos recuerda que también algo invisible, el Espíritu, que requiere a su vez de medios y conocimientos, que también ofrece síntomas, ya que el Espíritu y lo espiritual se nota, nos ha reabierto las puertas para volver a la comunidad. Nos ha recordado que la debilidad del cuerpo puede ser vencida por la fortaleza del Espíritu. Con confianza en Dios y en el ser humano, con prudencia y responsabilidad, con discernimiento y paciencia, su fiesta nos sitúa ante la posibilidad de una nueva creación humana y eclesial.
Feliz Fiesta de Nuestra Señora de los Remedios.
Vuestro párroco, José Manuel García Matos