Nos dice el Evangelio, que cuando María se enteró por medio del ángel, del estado de buena esperanza en el que vivía su prima Isabel, “se puso en camino, a prisa, a la montaña”. Los canarios solemos utilizar con más frecuencia otra expresión, la de “apurarse”.
Recordamos cuando nuestras madres o abuelas, se apuraban para cocinar la comida, para preparar la mesa, para recibir una visita, para acudir a misa…
Se apuraban ante la necesidad del otro, del hijo, de la nieta, del vecino, del espíritu…
María se apuró a visitar a su prima Isabel, y María se apura, para un año más entrar como remedio de nuestras vidas.
Acojamos, como siempre, a nuestra Madre, que se apura para encontrarse con cada uno de nosotros.
Felices fiestas de Ntra. Sra. de los Remedios, copatrona de Tegueste