Les proponemos la lectura de los trabajos del alumnado del Taller literario “De la Idea a la Emoción del Texto”, desarrollado en el Aula 0 del Centro Cultural Príncipe Felipe, coordinado por el profesor José Ramón Sampayo Rodríguez.

Textos que no se encuentran publicados en el Libro Digital ya que en este solo se recogen una selección de los mejores relatos escritos.

En esta ocasión nos acompaña Fernando Izquierdo Pérez con su texto Anacronismo.

Estimado profesor, laboriosos e inspirados compañeros del Taller Literario:

Teniendo en cuenta que últimamente en el Taller, entre otros personajes mitológicos, ha surgido la figura de Cronos, como símbolo del tiempo, quisiera incidir sobre algunos aspectos relacionados con esta palabra y, concretamente, sobre una derivada suya: anacronismo, registrada en nuestro diccionario con, entre otros, el siguiente significado:

“Error consistente en confundir épocas o situar algo fuera de su época“Es decir, sería un anacronismo que en una película o un documental sobre la conquista y colonización de América, al llegar Colón a las costas americanas, después de dos meses de incierta y penosa navegación, se viera un gran cartel con el famoso lema:

“CON IBERIA YA HABRÍA LLEGADO”

O que, en esa misma época y situación histórica, uno de los expedicionarios apareciera portando una bandera española con los colores y características de la actual, cuando ésta fue diseñada e institucionalizada casi trescientos años después, bajo el reinado de
Carlos III.

Estos “despistes” anacrónicos −el de la bandera lo pude comprobar personalmente en una película, de cuyo nombre no me acuerdo ni quiero acordarme− pueden tener su origen en la ignorancia o en la falta de rigor histórico, pero también en otras causas: intereses geopolíticos y rivalidades históricas entre países, fanatismos, odio, etc.

Pero no hay que irse tan lejos, temporal o espacialmente, para encontrar ejemplos de este fenómeno. Veamos algunos de los que se dan actualmente en nuestro entorno:

– Que se sigan viendo comportamientos de fanatismo político, religioso, deportivo… que se suponían más propios de otras épocas y mentalidades.

– Que, en un país cuya Constitución proclama la igualdad de los españoles ante la ley “… sin que pueda haber discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión…”, el rey actual se llame Felipe, cuando la hija primogénita de los anteriores reyes se llama Elena.

– Que, por esa misma razón, siga habiendo monarquías en países democráticos.

– Que haya todavía muchos países “democráticos” en los que las mujeres cobran salarios inferiores a los de los hombres por el desempeño de trabajos similares.

– Que en la Europa actual, queden aún restos –Gibraltar− de una época colonialista supuestamente superada hace tiempo.

– Que Ceuta y Melilla…, que el franquismo y el fascismo…, que los independentismos…

Bueno, como pueden ver queda mucha tela que cortar: los anacronismos están a la orden del día. Pero, lamentablemente, ya he sobrepasado el límite establecido para esta exposición, por lo que tendré que continuarla en otro momento.

Gracias por su atención. Que los dioses les sean propicios.