Nos dice el Evangelio, que cuando María se enteró por medio del ángel, del estado de buena esperanza en el que vivía su prima Isabel, “se puso en camino, a prisa, a la montaña”. Los canarios solemos utilizar con más frecuencia otra expresión, la de “apurarse”.
Recordamos cuando nuestras madres o abuelas, se apuraban para cocinar la comida, para preparar la mesa, para recibir una visita, para acudir a misa…
Se apuraban ante la necesidad del otro, del hijo, de la nieta, del vecino, del espíritu…
María se apuró a visitar a su prima Isabel, y María se apura, para un año más entrar como remedio de nuestras vidas.

Acojamos, como siempre, a nuestra Madre, que se apura para encontrarse con cada uno de nosotros.

Felices fiestas de Ntra. Sra. de los Remedios, copatrona de Tegueste

José Manuel García Matos, párroco de San Marcos Evangelista y Sagrado Corazón de Jesús