El libro “Patrimonio religioso de la Villa de Tegueste”, cuya edición está prevista para este otoño,plantea una revisión rigurosa sobre el arte sacro del municipio. Tras algo más de año y medio de trabajo el equipo que ha trabajado en el proyecto, coordinado por el doctor en Historia del Arte Carlos Rodríguez Morales, ofrece un panorama rico y variado sobre el patrimonio religioso de Tegueste, formado por obras isleñas y por piezas importadas desde algunos de los mercados con los que el Archipiélago ha tenido contacto históricamente, en especial la península Ibérica, Italia y las Indias.
Autores canarios como los escultores Lázaro González de Ocampo, Sebastián Fernández Méndez, José Rodríguez de la Oliva y Fernando Estévez, los pintores Cristóbal Hernández de Quintana, Juan de Miranda y José Lorenzo Bello, o los plateros Antonio Agustín Villavicencio y Andrés Delgado tienen presencia en el repertorio de arte sacro del municipio junto a obras adquiridas fuera de las Islas.
Así, por citar algunos ejemplos, de Italia llegaron en el siglo XVIII la escultura de San Francisco de Paula que presidió su ermita y las dos pilas benditeras de mármol de la Iglesia de San Marcos; el cáliz conservado en la Ermita del Socorro fue remitido desde América, mientras que el Crucifijo y las imágenes de la Dolorosa y San Juan del Calvario fueron adquiridas en Francia.
Si bien en algunos casos se ha logrado precisar la procedencia, cronología y autoría de las piezas, en otros la investigación documental y el análisis formal es la que sustenta propuestas de atribución. Todas las obras han sido valoradas en su contexto devocional, por lo que el libro no ofrece sólo catalogaciones de tipo artístico. Las obras se convierten de esta forma en testimonios de una historia religiosa y social, y de las personas y colectivos que las patrocinaron.
Además de en los templos del municipio, la investigación se ha centrado en el Archivo Histórico Diocesano de La Laguna, en el Municipal de Tegueste, en el Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife y en el de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. El trabajo fotográfico ha sido realizado por Guillermo Pozuelo.
Este libro, que abarca cinco siglos de historia (desde las primeras décadas del siglo XVI hasta nuestros días), tiene como objetivo investigar el “vivo y vivido” patrimonio religioso de la Villa para su divulgación.
InvestigacionesEntre las investigaciones llevadas a cabo por este grupo de profesionales destacan la catalogación de la escultura de San Francisco de Paula (titular de su ermita) como obra italiana anterior a 1734. Esta efigie se conserva ahora en la parroquia de San Marcos y fue considerada por el prebendado Pacheco como “una de las mejores efigies que hay en Tegueste”.
Otro ‘descubrimiento’ que aportará el libro es que se darán a conocer diversos documentos relativos a la fundación y a la historia de algunos de estos pequeños recintos que existieron repartidos por la geografía municipal. Entre otros, la dotación de la Ermita de Santo Domingo de Tegueste el Nuevo, a comienzos del siglo XVIII.
IMÁGENES:
Santo Domingo de Guzmán. Escultura atribuida a Fernando Estévez; primer tercio del siglo XIX. Iglesia de San Marcos, Tegueste.
San Francisco de Paula. Escultura genovesa; anterior a 1734. Iglesia de San Marcos, Tegueste.